El Papa Francisco agradece el inestimable servicio de la Universidad Católica de Chile

Luego del multitudinario encuentro con los jóvenes el Papa Francisco llegó a la Pontificia Universidad Católica de Chile, donde agradeció su “inestimable servicio” por más de 130 años y donde la alentó a ser como un “laboratorio” para forjar el futuro del país.

“Podríamos decir que la Universidad se vuelve un laboratorio para el futuro del país, ya que logra incorporar en su seno la vida y el caminar del pueblo superando toda lógica antagónica y elitista del saber”, dijo el Santo Padre durante su discurso en el tercer día de su visita a Chile.

Al llegar a la Universidad Católica esta tarde, fue recibido por representantes de la educación, ciencia, humanidades y arte, de medios de comunicación y toda la comunidad universitaria.

Antes de que el Papa impartiera su mensaje, el rector de la universidad, Ignacio Sánchez, le dio la bienvenida indicando que su visita es una “gran alegría y una fuente de esperanza” para el pueblo.

Luego, reconoció que en su universidad han puesto énfasis en el “cuidado del sentido de comunidad, en el encuentro personal” y “a tener como modelo a Jesús”.

Asimismo, el rector destacó su “compromiso y apoyo en el cuidado de la vida, desde la fecundación hasta la muerte natural”.

“Tenemos importantes desafíos para nuestra patria, que dicen relación con la convivencia nacional y con la capacidad de avanzar en comunidad tras la búsqueda de lo que consideramos en esencia justo, bueno, bello y verdadero”, sostuvo Sánchez.

Posteriormente tomó la palabra el Papa Francisco, quien agradeció las palabras del rector y le reconoció “el bien que hace con su sapiencialidad en el gobierno” de su institución y “por defender con coraje la identidad de la Universidad Católica”.

Luego, afirmó que en los casi 130 años que tiene la universidad, esta “ha ofrecido un servicio inestimable al país”.

Más adelante, el Papa retomó las palabras del Rector sobre los desafíos de Chile en torno a “la convivencia nacional y con la capacidad de avanzar en comunidad”.

Sostuvo que “la convivencia nacional es posible” en la medida en que se generen procesos educativos “transformadores, inclusivos y de convivencia”.

En ese sentido, el Pontífice dijo que “educar para la convivencia no es solamente adjuntar valores a la labor educativa, sino generar una dinámica de convivencia al interno del propio sistema educativo”.

Por lo tanto, dijo que era necesario “generar espacios donde la fragmentación no sea el esquema dominante, incluso del pensamiento; para ello es necesario enseñar a pensar lo que se siente y se hace; a sentir lo que se piensa y se hace; a hacer lo que se piensa y se siente. Un dinamismo de capacidades al servicio de la persona y de la sociedad”.

“Pareciera que hoy en día la ‘nube’ es el nuevo punto de encuentro, que está marcado por la falta de estabilidad ya que todo se volatiliza y por lo tanto pierde consistencia. Esta falta de consistencia podría ser una de las razones de la pérdida de conciencia del espacio público”, explicó.

Finalmente, dijo que para alejarse de una cultura que “que ha perdido la memoria” y se ha tornado individualista, la Universidad “tiene el desafío de generar nuevas dinámicas” para superar “toda fragmentación del saber”.

En torno al desafío de “avanzar en comunidad”, el Papa expresó su alegría por el “esfuerzo evangelizador y de la vitalidad alegre” de la Pastoral Universitaria, “signo de una Iglesia joven, viva y ‘en salida’”.

Luego, dijo que la comunidad universitaria tiene el desafío de “no quedarse aislada de los modos de conocer” y que adquirir conocimiento debe estar en función de “una interacción entre el aula y la sabiduría de los pueblos” que conforma Chile.

En ese sentido pidió a la comunidad educativa no quede reducida “a aulas y bibliotecas, sino que debe ser desafiada continuamente a la participación”, logrando “incorporar en su seno la vida y el caminar del pueblo superando toda lógica antagónica y elitista del saber”.

Casi al término de su discurso, dijo a los presentes que “hoy resulta profética la misión” de la Universidad Católica de Chile.

“Ustedes son interpelados para generar procesos que iluminen la cultura actual, proponiendo un renovado humanismo que evite caer en todo tipo de reduccionismo. Y esta profecía que se nos pide, impulsa a buscar espacios recurrentes de diálogo más que de confrontación”.

Finalmente, dijo que si todos “lo piden”, no hay duda “que el Espíritu Santo guiará sus pasos” para que la Universidad Católica de Chile “siga fructificando por el bien del Pueblo de Chile y para la Gloria de Dios”.

Se trató de una maqueta del proyecto universitario Capilla País, constituido para construir capillas en las periferias urbanas; el documento de compromiso por la paz de 13 instituciones universitarias católicas y organizaciones de inspiración cristiana; el libro “Textos escogidos de antropología cristiana” del profesor emérito Pedro Morandé; el cuadro “Lienzo vivo”; y la Medalla Centenario UC, en agradecimiento por la visita.

Inmediatamente después, el Papa otorgó también un presente al rector Sánchez. Se trata del Atlas náutico atribuido a Bartolomé Oliva.

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Publica: Coordinación de Prensa y Comunicaciones Canal Cristovisión

Fuente: ACI Prensa

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Posted by editor22